En ambos casos te mereces el mejor de los reconocimientos. En el viejo año porque has llegado y en el nuevo porque lo empiezas y tienes la oportunidad de escoger la actitud con la que lo vivirás y de la que dependerá, en gran medida, si lo pasaras mal o lo sobrellevarás con mas ilusión y alegría de la que tu mismo puedas imaginar.
Porque, recordando a EPICTETO: Las cosas en sí no nos lastiman, ni entorpecen nuestra vida. Tampoco los demás lo hacen. Pero la forma como las percibimos es otro asunto; son nuestras actitudes y reacciones las que nos causan problemas.
Necesitaremos la mejor y mas acertada actitud para resolver las dificultades que el año nos depara. Toda la suerte para ello y FELICIDADES por estar dispuesto a la vida.