Los neurocirujanos del Virgen del Rocío se han visto obligados a suspender intervenciones
quirúrgicas debido al colapso de pacientes que provienen desde el Hospital Macarena. Desde que Virgen del Rocío se ha hecho cargo por completo de esta especialidad los retrasos en las pruebas de diagnóstico y la cancelación de operaciones están a la orden del día.
Además las instalaciones de las UCI de Traumatología se han quedado pequeñas ya que
el hospital asume los casos del Hospital Macarena que requieren craneotomías así como
procesos para eliminar tumores cerebrales o hematomas.
Este proceso de unificación retrasa toda la atención del paciente pero además el cambio
no va unido a la creación de nuevas instalaciones de modo que las tres salas de la UCI de
Traumatología están ocupadas en un gran porcentaje por pacientes de Neurocirugía. Pero no sólo no aumentan las instalaciones sino que el personal ha disminuido considerablemente debido a los recortes.
Todo este oscurantismo en el proceso y el empeoramiento en la asistencia a los pacientes
ha dado pie a que todos los sindicatos pidieran reunirse con Franciso Torrubia, director gerente único, que tras asignar una fecha, terminó cancelándola el día antes. Con lo cual queda de manifiesto el interés del Señor Torrubia por explicarnos a todos la nefasta situación a la que se está llegando además de la falta de seriedad que ha tenido con los sindicatos. Finalmente, y tras la presión ejercida en su despacho, la cita con el gerente quedó fijada para el 16 de abril.
Mientras tanto, la consejera sigue en sus trece negando la pérdida de personal tras la
unificación o el cierre de servicios en el proceso de fusión hospitalaria cuando a la vista está la disminución de la calidad sanitaria en ambos hospitales y las esperas de los pacientes que no deberían tener problema alguno a la hora de ser atendidos.
