Entre las 10 y las 10,15, convocados por la Junta de Personal del Hospital Universitario de Valme, ha tenido lugar una concentración a las puertas del centro con motivo de las dos agresiones sexuales que se han producido en una semana.
Como publicamos ayer, estos dos gravísimos sucesos son la gota de un vaso lleno desde hace demasiado. Los trabajadores, por sí mismos, y esta organización sindical en concreto llevamos mucho tiempo denunciando una situación de abuso por parte de los guardacoches ilegales en el aparcamiento propiedad del hospital y el circundante, habilitado como aparcamientos dada la insuficiencia de los propios del centro, las muchas discusiones y amenazas recibidas y las reclamaciones a la dirección por ello. Y porque no han sido uno, ni dos, ni tres los avisos de intentos de agresión por individuos desconocidos, con acceso libre a la zona, que no han tenido respuesta hasta ahora.
Dice la dirección que el centro dispone de 25 guardias de seguridad. Solo desde hace unas dos semanas se dan, de vez en cuando, una vuelta en moto por la zona de aparcamientos. Los acontecimientos demuestran su insuficiencia. No hay cámaras de seguridad ni la dirección nos ha dado información alguna sobre planificación de medidas de seguridad y vigilancia. Medidas, sin duda, imprescindibles para un entorno laboral seguro que minimice determinados riesgos laborales como esta agresividad.
La Comisión Permanente de la Junta de Personal ha emitido un comunicado, posteriormente a la concentración, con la firma de todos los sindicatos integrantes en ella, manifestando su repulsa y exigiendo reunión urgente con la dirección para tratar estos temas y las medidas inmediatas a tomar para su prevención.
Esperamos que la respuesta de la dirección sea adecuada a la gravedad de los hechos, con independencia de que el buen trabajo policial lleve a la detención del culpable o culpables de las agresiones, cuestión insuficiente si se mantiene la inseguridad de fondo que ha hecho que lleguemos a esta situación y que seguirá manteniendo el miedo entre los profesionales que, obligatoriamente, tienen que dejar sus vehículos donde pueden para acudir a su trabajo.
Hemos hecho nuestras aportaciones para intentar solucionar estos problemas sin que, hasta el momento, hayan sido tenidas en cuenta ni tengamos alternativas desde la dirección. Pero seguimos en la línea de hacer cuantas aportaciones sean necesarias para la definitiva resolución de esta inimaginable situación.