La Comisión de Sanidad del Congreso ha aprobado por la mínima, 18 votos a favor y 17 en contra (de PSOE, Podemos y PNV), que las transferencias de valor a los médicos destinadas a la formación no tributen.
La iniciativa plantea que queden exentos de tributación los pagos de la industria a los profesionales para la formación continuada.
Francisco Igea, portavoz de Sanidad, ha defendido su propuesta porque «no se puede pedir a los profesionales a los que se han reducido un 20 por ciento el sueldo, que pague 400 euros por ir a un congreso anual de medicina digestiva». En su opinión, si estos pagos se fiscalizan, «va a suceder que no acudirá o que lo tributará a través de una fundación y se opacará».
Los argumentos de los grupos que han votado en contra han coincidido en exigir que sean las administraciones quienes se hagan cargo de la formación continuada del profesional, estableciendo una partida en los Presupuestos Generales del Estado para la formación continuada».
Amparo Botejara, diputada de Unidos Podemos, que ha recordado «los tiempos en los que la industria pagaba a los médicos y a sus parejas viajes exóticos» con la excusa de celebrar congresos. Como médica de familia, ha apuntado que siempre se ha opuesto a esas prácticas: «Yo he estado siempre formada y nunca por la industria». Por eso ha defendido que se la administración «la que practique la formación continuada».
Fuente: Redacción Médica