No penséis que estamos locos, no. Aunque lo parezca, es una realidad que podemos describir así:
El capitán del barco asigna una semana de vacaciones ficticias a un médico de Guillena que está en activo haciendo su trabajo cubriendo el cupo de otro médico que pasa su consulta EN LA PROPIA GUILLENA.
Como premio por su buena disposición, su agenda es cerrada durante ese tiempo, a pesar de que el sabio dirigente de la UGC había sido advertido de la circunstancia ¡20 días antes!, y los usuarios de su cupo tienen que andar pululando de médico en médico a capricho del patrón y son vistos por otros compañeros en el propio centro de salud de Guillena.
El médico al que cubre el compañero de vacaciones “ficticias” pero trabajando en la propia localidad donde están sus pacientes no es que esté ausente, que va. ¡Está pasando consulta a otro profesional!, este sí de baja por enfermedad, en Gerena.
Cualquier parecido con la realidad podría ser pura coincidencia si no fuera porque en esta zona realidades irreales son demasiado cotidianas.