Tras la reunión de la Comisión Delegada de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud (donde están el Ministerio de Sanidad y las Comunidades) han acordado que los primeros exámenes no tengan lugar hasta 2019.
El calendario esbozado en esta reunión prevé que los exámenes de las once categorías más numerosas (entre ellas Medicina de Familia, Pediatría y Medicina de Urgencias) se desarrollen de forma coordinada a lo largo del primer semestre de 2019,según fuentes de la Comisión. El resto de categorías se someterían a examen durante el segundo semestre e incluso se ve posible que “si no diera tiempo” alguna quede para principios de 2020.
Esto se debe a la complejidad de coordinar los procesos de oposición entre las distintas comunidades autónomas pues se pretende que los exámenes de cada categoría se hagan de manera simultánea en todas las comunidades autónomas con el doble objetivo de consolidar el puesto de trabajo eventual en la comunidad en la que existe y reducir el número de inscritos para cada proceso autonómico.
Desde que se anuncia la OPE, y la idea es anunciarla a lo largo de este año, hay hasta tres años para hacer los exámenes, recuerdan estas fuentes, que señalan que la elaboración del temario único, la negociación con sindicatos de este temario, el establecimiento de baremos comunes y el concurso de traslados nacional ocuparán a la Comisión Delegada a lo largo de todo el año que viene.
2018 queda, por tanto, como el año en el que se preparará a fondo la ‘mega OPE’ sanitaria. ¿No era posible empezar antes estos trabajos? Según explican desde la Comisión Delegada, la mayoría de las comunidades autónomas están “convocando oposiciones atrasadas de 2015 y 2016”, por lo que era necesario salir del “atasco” antes de dedicar todos los esfuerzos al nuevo proceso.
Fuente: Redacción Médica