Tanto la edición digital como la escrita del Diario de Sevilla de ayer domingo, dedican el editorial al tema con el título “Carestía de médicos, un déficit evitable” y, en la sección de Sevilla un amplio y magnífico reportaje de Noelia Márquez: “El déficit de médicos pone en jaque la asistencia sanitaria”.
Como todos sabemos muy bien, y padecemos a diario desde hace demasiado tiempo, faltan médicos de familia y pediatras en Primaria y muchas especialidades en hospitalaria. La Administración Autonómica echa las culpas a la Estatal por no aumentar las plazas de formación en facultades sin entrar en el detalle de que Andalucía tiene 800 plazas menos para la formación especializada de sus médicos comparada con el año 2010. Pero es natural que con la mota que tiene en sus ojos no quiera ver la diáspora que viene provocando, desde mucho antes de que empezara la crisis, por el maltrato permanente y constante a sus profesionales, sin distinción de especialidades, tanto en lo económico como en lo motivacional, situación que no ha cambiado a día de hoy, salvo en las declaraciones de intenciones que nunca llegan a convertirse en realidad.
Con total claridad lo expresa nuestro Presidente, Rafael Ojeda, cuando dice que “la escasez de médicos es generalizada en todas las especialidades, pero en Pediatría y Urgencias es acuciante. La falta de médicos ha llevado incluso a que determinadas consultas sean atendidas por especialistas con el título sin homologar”. Y continúa diciendo que “faltan médicos y la primera causa son las condiciones laborales que han provocado la fuga de especialistas a la asistencia privada, o a emigrar a otros países y a otras comunidades autónomas con condiciones más atractivas, para terminar aseverando que el déficit se agravará con la oleada de “jubilaciones de las promociones que nos formamos antes de los númerus clausus (años 70-80) en las facultades de Medicina. La edad media de la plantilla es elevada. El relevo será difícil”.
Fuente: Diario de Sevilla