El Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas parecen ponerse de acuerdo en el objetivo de aumentar las plazas MIR de cara a la próxima convocatoria. Para ello, el grupo de trabajo encargado de las medidas para paliar la falta de profesionales médicos ha requerido la necesidad de flexibilizar la acreditación de nuevas unidades docentes en centros hospitalarios, paso previo e imprescindible para aumentar la oferta de Formación Sanitaria Especializada.
Tanto ministerio como autonomías ven con buenos ojos la eventualidad de habilitar unidades docentes de especialidades con déficits de forma temporal hasta que estas sean consolidadas de forma oficial, respondiendo así a las dificultades que encuentran muchas comunidades a la hora de aumentar sus plazas docentes, dado que el proceso no es nada flexible.
Según estas fuentes, muchas comunidades autónomas presentan importantes carencias específicas en ciertas especialidades, como Pediatría, Familia u Obstetricia y Ginecología, entre otras. Muchas de estas unidades tienen un retraso de certificación de varios años, por lo que se pide al Ministerio de Sanidad que permita a las autonomías priorizar en función de las carencias individuales, petición que por parte de Sanidad se ha visto de forma positiva.
Otra propuesta es la actualización de los requisitos de acreditación de las 54 especialidades. Muchos datan de principios de los 2000 y han quedado descontextualizados con la realidad por la que pasa la situación laboral en el Sistema Nacional de Salud.
Precisamente, el Ministerio de Sanidad publicaba un anuncio en el Boletín Oficial del Estado el pasado 9 de febrero, en el que licitaba apoyo técnico para la revisión de todas las solicitudes referidas a la creación de nuevas unidades docentes para formar a residentes. Una propuesta que parece ir en la línea de flexibilizar y agilizar este mecanismo de cara a la convocatoria MIR de 2018.
Fuente: Redacción Médica