Editorial: Ronda de contactos del SMS con los partidos políticos

Como sabéis, nuestro sindicato ha llevado a cabo una serie de reuniones con los diversos partidos políticos presentes tanto en el Parlamento autonómico como en el Pleno del Ayuntamiento de Sevilla. El objetivo que perseguíamos era transmitirles nuestra valoración de la situación de la sanidad en nuestra provincia y nuestras principales reivindicaciones. Aunque nuestro ámbito de representación es la provincia, nuestros problemas son similares a los que aquejan al conjunto de la sanidad andaluza.

Hasta ahora, solo tres partidos han respondido a nuestra invitación: Participa Sevilla, Ciudadanos y el Partido Popular. En los tres casos, las reuniones se han desarrollado en un tono de cordialidad y comprensión hacia nuestras demandas. En el momento actual nadie duda de los problemas que aquejan a la sanidad y de la necesidad de contar con los representantes de los trabajadores para afrontarlos. Fomentar ese necesario diálogo, abierto y constructivo, es nuestro principal objetivo. Nuestra intención es reunirnos con todos los partidos políticos, por lo que reiteramos públicamente nuestra invitación al PSOE e IU a compartir con nosotros sus puntos de vista sobre la situación de la sanidad en nuestra provincia y sobre la mejor forma de abordar los problemas que la aquejan.

La asistencia sanitara representa un derecho fundamental de los ciudadanos. El sistema sanitario público es uno de los bienes más valiosos de nuestra sociedad. Protegerlo y mejorarlo constituye un deber de todos. Tenemos el deber de anteponer ese interés general a nuestras reivindicaciones particulares y todos, partidos, sindicatos y ciudadanos debemos participar en el debate sobre el mejor modo de afrontar los retos que la asistencia sanitaria plantea a la sociedad actual. Estamos convencidos de que solo un diálogo desprovisto de sectarismo y prejuicios ideológicos, que sea respetuoso con todos los puntos de vista y no excluya a nadie, que anteponga el bien colectivo a los planteamientos miopes o interesados, merece la pena. Ese es el diálogo que desde ahora estamos dispuestos a mantener con todos los agentes sociales, sin importar su adscripción ideológica o su perfil social o profesional.

Sin embargo, no somo ingenuos. La sanidad actual plantea retos difíciles de superar. El envejecimiento de la población y el elevado coste de los tratamientos más recientes, junto con la consideración de la asistencia sanitara como un derecho fundamental al que no es posible poner límites, hacen que la asignación de los recursos sanitarios resulte cada vez más difícil. Hasta ahora, el eslabón más débil de la cadena hemos sido los profesionales. Tanto los incrementos del gasto sanitario como los recortes de la inversión provocados por la crisis han sido absorbidos principalmente por nuestros sueldos. Cada vez se nos paga peor y se nos exige más. Los recortes en salarios no son considerados recortes sanitarios. Es verdad que los profesionales no podemos ser un grupo privilegiado en el seno de una sociedad en crisis. Pero tampoco podemos cargar con todo el peso de los recortes. Sobre todo, porque llevar la presión al profesional más allá de lo que exige la equidad social no solo es injusto, sino que además perjudica al sistema sanitario público que se quiere preservar.

Por otra parte, la pretensión de despolitizar la sanidad es tan legítima como utópica. La política lo ha invadido todo y la tendencia actual es expansiva. Los partidos mantienen un discurso doble, dependiendo de si están en la oposición o en el gobierno. Nuestro sistema autonómico les permite, además, reprocharse mutuamente los mismos problemas poniendo el énfasis en el papel que desempeñan en estos la administración central o la autonómica. La culpa siempre es del otro y lo que hoy es inaceptable, mañana, si me toca gobernar, es un sacrifico inevitable que viene impuesto por la realidad económica.

La asistencia sanitaria seguirá siendo fuente de conflictos políticos, sociales y profesionales. No aspiramos a hacerlos desaparecer. Pero nos gustaría contar con un espacio de diálogo honesto y plural que contribuya a darles una respuesta razonable y justa para todos. Este es el objetivo que ha inspirado la serie de contactos con los partidos que mencionaba al principio y es el espíritu que guiará nuestra conducta en el futuro.

Rafael Ojeda Rivero

Presidente del Sindicato Médico de Sevilla

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