Las diferencias entre países del entorno europeo respecto a las condiciones laborales de los médicos resultan, en ocasiones, abismales. Jornada de trabajo, sueldos, modo de negociación con la amdinistración, etc., son algunos de los ejemplos que se ponen sobre la mesa para intentar debatir y llegar a soluciones comunes que mejoren el día a día de los profesionales.
En ese terreno se mueven en la Federecación Europea de Médicos Asalariados (FEMS), donde desde la última gran reunión de sindicatos médicos europeos se han planteado recabar toda la información posible sobre las condiciones laborales de los médicos. Por el momento están recopilando encuestas de todos los miembros para, en su próxima asamblea en Lisboa a principios de junio, poner toda la información sobre la mesa, y con ella poder empezar a plantear medidas o soluciones
Entre estas podría estar la de pedir que se unifique un salario mínimo a nivel europeo para todos los médicos, aunque como admite a este diario Rafael Carrasco, responsable de Relaciones Internacionales de CESM y recién aterrizado en la FEMS, «todo esto está muy en pañales» y aunque no duda de que pueda haber una propuesta en un par de meses, «ahora mismo no hay nada con suficiente enjundia como para tener interés».
Lo que sí reconoce es que se está trabajando en un documento de consenso donde » se haga una descripción de lo que está pasando actualmente en Europa, cómo se negocia, cuáles son los salarios, las condiciones de trabajo, pero difícilmente creo que se pueda ir más allá porque las formas de vinculación de los médicos con la administración sanitaria en los distintos países son muy diferentes. Hay además regímenes tipo funcionariado como el que aquí tenemos que no son equiparables en el resto de Europa, con otros conceptos retributivos… Hay demasiada variedad como para poder sacar una postura uniforme», lamenta.
Por el momento la postura buscada es sacar un documento de consenso en el que «se fijen unos mínimos de qué creemos que sería algo razonable a partir de cuál empezar a hablar, y que luego cada país tuviera su propia forma de enfocarlo». Así ocurrió con la última petición del sindicato europeo cuando reclamaba que los países tuvieran que destinar como mínimo un 10 por ciento del PIB para sanidad, algo que de hecho no ha llegado a materializarse, puesto que España ha llegado incluso a bajar por primera vez del 6 por ciento del PIB el presupuesto que destina a sanidad.
Respecto a los salarios, Carrasco asegura que en la asamblea de junio este será uno de los numerosos temas que se aborden. «Es probable que tras esta reunión pueda haber un documento de consenso en el que se describa la situación actual en Europa», sentencia, remitiendo a la cita de dentro de un mes para ver finalmente qué ocurre en este sentido.
Fuente: Redacción Médica