Young: “Los sanitarios que combinan turnos de día y noche tienen jet lag”

Hasta hace un año, pocos eran los que sabían que el cuerpo humano contiene varios “relojes internos” que controlan el sueño o la alimentación. El estadounidense Michael W. Young fue capaz de probarlo junto a Jeffrey C. Hall y Michael Rosbash, llevándose el Premio Nobel de Medicina en 2017 por este descubrimiento. Amante de la siesta, el biólogo alerta de los conflictos futuros que puede conllevar encadenar turnos de día y de noche para los profesionales de la sanidad: “Produce una variedad de cambios que erosionan la salud a lo largo del tiempo”. 
Sus estudios versan sobre el reloj biológico y los ritmos circadianos, ¿cómo funcionan?
Nosotros empezamos nuestros estudios con moscas de vinagre a las que sometimos a mutaciones, que empezaron a hacer actividades paranormales y se volvieron locas y volaban durante días y noches. Aparecieron marcas en los cromosomas y descubrimos que afectaban a los genes. Cuando los estudiamos, vimos que trabajaban juntos para crear moléculas bioquímicas que producían efectos psicóticos y se podían encontrar en el cuerpo y en el cerebro. Pensamos que controlaría solo comportamiento, pero con estos relojes controlan muchos aspectos biológicos del cuerpo.

¿Hay alguna forma de controlar estos relojes biológicos? 
Hay que ver las señales del medio ambiente. Depende de donde estén los relojes. Si está en tus ojos o en tu cerebro, los mecanismos responden en forma de actividad. Si el reloj está en tu hígado o tu páncreas, el reloj responderá cuando comas. Por lo tanto, si tienes jet lag y viajas en muchas ocasiones, tú conoces los esfuerzos que tienes que hacer el día después para adaptarte al nuevo horario. Eso son los relojes biológicos, que se completan unos a otros y después de varios días, al final aceptan que estás en Nueva York, por ejemplo.
Hay que ver los signos en el entorno, en todo lo relacionado con la vida, a la hora de hacer cualquier actividad, en el momento de dormir y mientras comes… puedes ayudar a que estos relojes si prestas atención a los componentes del medio ambiente, entonces tus relojes internos te mantendrán en el mejor ciclo.
En la sanidad española, muchos profesionales de la Medicina y la Enfermería trabajan de noche y duermen de día debido a los turnos y las guardias. ¿Cómo puede afectarles a largo plazo?
Si realmente se van a casa y duermen durante el día y tienen un lugar oscuro para dormir, entonces se sentirán bien. Si asumen que están en otra franja horaria, que la razón por la que están despiertos durante la noche es porque están en Tokio y no en Madrid, estarán bien. Pero tienen que tener cuidado de no comer cuando deberían estar durmiendo, no ejercitarse cuando deberían estar descansando, no estar delante de una pantalla cuando deberían estar durmiendo… No es problema llegar este tipo de vida si lo hacen de forma repetida.
Lo que es más perjudicial es si unos días tienes turnos de día y otros, turnos de noche. Es como meterse en un avión cada pocos días y tener jet lag, eso genera conflictos entre estos relojes biológicos, lo que generalmente produce una variedad de cambios que erosionan la salud a lo largo del tiempo. 
¿Pueden llegar a ser peligrosos esos conflictos? 
Sí, porque creemos que es un organismo modelo. Qué pasaría con el páncreas si no tuviese ese reloj o no estuviera de acuerdo con el resto de relojes internos. Si eliminas el reloj de las células del páncreas, tendrías un problema para regular la glucosa.
Si haces lo mismo con el hígado y le quitas su reloj biológico, tendrías problemas a la hora de procesar los alimentos, problemas metabólicos, dificultad para mantener el peso y facilidad para ganarlo… 
Depende de qué células sean disfuncionales, dadas las respuestas en organismos modelo, la expectativa es que si produces un conflicto similar en el cuerpo humano y lo mantienes en el tiempo, afectaría la salud.
En España es muy común echarse la siesta, ¿sabe qué es? 
Sí, claro, yo también me la echo. Cuando tengo vacaciones, me encanta echármela.
¿Es buena?
Desde el punto de vista biológico, el ser humano tiene un ciclo de temperatura, no es la misma todo el tiempo. Nuestra temperatura sube por la mañana y cae por la tarde. Y sube otra vez por la tarde para caer de nuevo en la noche, justo antes de que amanezca. El sueño está asociado con un punto bajo de la temperatura, por lo que es natural que el ser humano se sienta somnoliento por la tarde. Si toma una siesta, su temperatura corporal volverá a subir. La siesta es un buen nutriente y  tiene mucho sentido en la biología.

Fuente: Redacción Médica

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