De nuevo, el viernes de madrugada, un facultativo, en este caso un Médico Interno Residente de Medicina Interna del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, ha sido víctima de esta lacra que sufrimos el personal sanitario en general y los facultativos en particular de ser agredidos en nuestro puesto de trabajo y en el ejercicio de nuestras funciones.
Esta vez los hechos ocurrieron en la Planta de Medicina Interna del hospital antes citado cuando un acompañante de una paciente que acababa de ingresar requirió inmediatamente la presencia de un facultativo, insultando a la vez al personal sanitario de dicho servicio. Cuando éste acudió le solicitó que esperara un poco puesto estaba atendiendo a otro paciente. En esos momentos, ese energúmeno comenzó a golpearle en la cara y posteriormente, tras caer al suelo, con continuas patadas.
Las agresiones al personal sanitario no son un hecho raro o aislado, son muchos más frecuentes de lo denunciado o comunicado, y aunque la mayoría sólo quedan en agresiones verbales, otras son físicas, y alguna termina con consecuencias fatales. Y todas generan daños psicológicos y fomentan la medicina defensiva y complaciente. Esta falta de denuncia tiene su principal origen en la falta de confianza de los profesionales en las medidas que hasta ahora han tomado las autoridades o el Servicio Andaluz de Salud con este asunto.
Si bien nuestra primera actuación es de solidaridad con el compañero agredido y esperando su pronta recuperación de las lesiones sufridas, no tenemos más remedio que insistir en que de una vez por todas se tomen medidas eficaces, por impopulares que sean para la población, que minimicen el riesgo tanto para los profesionales como para los propios usuarios. Acabar con la política de puertas abiertas, limitar el número de acompañantes, instalación de arcos de seguridad en urgencias, aumentar la seguridad en los centros, etc., son medidas que se pueden adoptar inmediatamente. Otras como considerar definitivamente atentado cualquier agresión al personal sanitario tampoco se deben de demorar.
Que se dejen ya de “Protocolos” y se asuma por parte del SAS este asunto como una prioridad, tanto en defensa de sus profesionales, de su dignidad, como de la propia organización.
Con motivo de este terrible suceso, a las 12:00 del mismo día se ha convocado una manifestación silenciosa de repulsa y condena a las puertas del hospital en la que han participado numerosos compañeros (ver imagen).