Lebrija, tierra de alfareros y buen vino… pero de tiestos rotos en Atención Primaria

Desde hace años, venimos sufriendo las carencias de personal sanitario en zonas limítrofes de la provincia de Sevilla. La zona de Lebrija, tierra de alfareros y buen vino, es, quizás, la más perjudicada del AGS Sur en la actualidad.

Remontándonos a hace cuatro años, en los últimos traslados, llegamos casi la mitad de la plantilla médica actual con nuestra plaza “fija”. Lo hacíamos cargados de ilusión, tras una década de servicio en la zona de Huelva, y por fin íbamos a trabajar en nuestra provincia.

Desde los primeros días, la falta de cobertura por déficit de médicos fue tangible: ya empezábamos a sufrir alguna que otra baja de larga duración no cubierta y, con ello, se comenzaron a masificar las consultas (con cupos cercanos a los 1.800 pacientes por médico) y a no realizar cobertura en “cada saliente de guardia”.

En estos primeros tres años se produjo alguna jubilación más y alguna renuncia de los escasos médicos eventuales que teníamos debido a la precaria calidad de los contratos ofertados por la administración. Y, pese a esta situación, lo peor aún estaba por venir.

Fue hace un año, coincidiendo con la aparición de la pandemia por la covid, cuando la precariedad previa de nuestra Atención Primaria lebrijana se hizo aún más notoria. Las grietas de “nuestros barros se comenzaron a ensanchar”: las consultas se multiplicaban de forma exponencial mientras la plantilla menguaba; valoraciones telefónicas; consultas presenciales; urgencias y avisos domiciliarios… Incluso suspendimos los programas de salud, pero no fue suficiente.

En esta “Tierra de buen vino”, la mayoría de los días contamos con apenas el 50% de la plantilla, una plantilla que ya era escasa antes, ahora con bajas de larga duración y jubilaciones no cubiertas (algunas desde hace más de 8 meses). El cansancio y agotamiento físico y psicológico de una pandemia que lleva un año, y a la que no le vemos el final, nos está dejando exhaustos y no podemos más: esta tierra de alfareros tiene los “tiestos rotos” en Atención Primaria. Los médicos también somos personas,  y ya nos está pasando factura en nuestra salud personal y en nuestras familias.

Con una población total casi de 28.000 habitantes, es insostenible que mantengamos la Atención Primaria con apenas siete médicos (cuando hay 14 cupos ) la mayor parte de los días, a costa de realizar turnos diarios hasta de 12 horas (es el nuevo plan de accesibilidad implantado para quitar demora) o salir de nuestro centro, como hacen muchos compañeros, cerca de las 6 de la tarde cuando su horario es hasta las 3.

A pesar de todos nuestros esfuerzos y de llegar al límite de nuestras fuerzas, la demora crece cada vez más, y “lo normal” es que un habitante de Lebrija no obtenga cita con su médico hasta un mes después de solicitarla, masificando los servicios de urgencias de nuestro centro y del hospital local con motivos que deberían atenderse en Atención Primaria.

Este es el abono para que se pase de los aplausos a la creciente hostilidad y agresividad de algunos pacientes hacia nuestros profesionales por todo este “tsunami” y carencias de nuestro servicio, ya que no se sienten atendidos. Y, por si fuera poco, además de amenazas e insultos, encontramos también en los últimos meses mensajes en redes sociales culpándonos a los profesionales de toda esta situación.

Con una infraestructura tan “frágil”, cualquier imprevisto hace que nuestro servicio de Atención Primaria se hunda de un día para otro. Tal fue el caso de hace dos semanas, cuando un compañero del centro dio positivo en Covid, causó baja, provocó aislamientos a varios contactos durante 10 días y nos llevó a la hecatombe de la pediatría.

No podemos ver estas carencias como algo normal, doblando turnos, viendo “bises” (hasta 2 y 3 pacientes citados a la misma hora y minuto), sin asistencia los salientes de guardia y asumiendo cupos de hasta un 150 % de lo normal debido a la falta médicos en nuestra zona.

La demanda que le hacemos desde hace años a la Administración es la cobertura al 100 % de estas ausencias, y hasta ahora la única respuesta es que intentan cubrir los huecos, pero no hay profesionales que quieran trabajar en Lebrija. Por ello, solicitamos entre otras medidas:

  • Realización de contratos de larga duración y ofertar interinidades en estas zonas donde nadie quiere trabajar.
  • Abono de los acúmulos de cupo de los profesionales no sustituidos.
  • Premiar a los profesionales sanitarios de dichas zonas con un complemento salarial en el CRP por trabajar en estas condiciones.
  • Considerar a esta UGC como “Zona de difícil cobertura” y así motivar a los profesionales para que acudan a esta zonas a trabajar. En la actualidad existe este complemento, pero no sabemos por qué la zona más castigada por la ausencia de facultativos, Lebrija, no está contemplada como tal.

Ojalá nos traigan aires nuevos desde las marismas limítrofes sevillanas con reformas efectivas y que renueven “estos tiestos rotos” que tenemos en nuestra Atención Primaria lebrijana.

Juan López García

Delegado SMS Atención Primaria Lebrija

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