Solo unos días después de que denunciásemos el colapso que iba a producirse este verano en la Atención Primaria de Sevilla, se produce la primera crisis: en un escrito dirigido a los profesionales, el director del Servicio de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) de Sevilla reconoce la imposibilidad de cubrir las vacantes que se producirán este verano en este servicio e insta a los profesionales a la “autocobertura”, es decir, a mantener la misma carga de trabajo con menos personal, haciendo que quienes quedan en el servicio asuman el trabajo de los que faltan.
El propio director, en un comunicado dirigido a los trabajadores, achaca esta carencia de personal a la “fuga de profesionales”. Justo antes de comenzar el verano han renunciado a sus contratos siete médicos, además de profesionales de otras categorías. Asimismo, reconoce el director en su escrito que esta situación se ve agravada porque afecta a una plantilla que sufre un “déficit estructural”. Según reconoce el director, la situación del SUAP este verano va a ser “muy fea”.
En efecto, los facultativos del SUAP sufren desde hace años unas condiciones laborales penosas, que nuestra organización lleva años denunciando sin que la Administración haya hecho nada por paliarla. Estos profesionales han realizado un esfuerzo ímprobo durante toda la pandemia, a pesar de lo cual sus demandas legítimas de mejoras laborales siguen siendo ignoradas por la Administración. Es esta penosidad laboral la que explica la “fuga de profesionales” que denuncia el director en su escrito. Sin embargo, en lugar de implantar incentivos y mejoras para los trabajadores, ante el inminente colapso del servicio se les insta a hacer un esfuerzo y a la “autocobertura”. Esto no es una solución, es un insulto.
La responsabilidad por la grave crisis que vivirá este verano el SUAP va mucho más allá de su director. La verdadera responsabilidad corresponde a la Administración, que es consciente desde hace años de la grave precariedad que sufren los médicos del SUAP y no ha hecho nada por paliarla. Es esta inactividad negligente la que ha conducido al colapso actual. Durante décadas, el SAS viene cargando sobre la espalda de los profesionales las carencias de un sistema infrafinanciado. El SAS, lejos de cuidar a sus profesionales más valiosos, los ha coaccionado y amenazado. En lugar de atender las quejas de quien denuncia el deterioro de las instalaciones o la falta de recursos, le abre un expediente. Esta política de personal ha sido especialmente lamentable en Atención Primaria y nefasta en el SUAP. La Administración debería avergonzarse de hacer un “llamamiento extremo” a sus profesionales para poner remedio a una crisis que ella ha provocado con su maltrato y su irresponsable indiferencia a las legítimas reclamaciones de sus médicos.
Desde el Sindicato Médico de Sevilla queremos dejar claro que los derechos irrenunciables de los trabajadores deben ser respetados y que estaremos atentos a cualquier coacción o presión a los médicos del SUAP. Cualquier solución a la situación de crisis que se avecina en el SUAP debe pasar por la mejora de las condiciones laborales y la implantación de incentivos realistas que atraigan a los profesionales a este servicio clave y favorezcan su permanencia en él.
Comité Ejecutivo del Sindicato Médico de Sevilla
