El pasado 23 de septiembre, el SAS presentó en la mesa sectorial su decepcionante “Plan Estratégico de Atención Primaria”. El Plan, que no había sido negociado con los sindicatos, a los que no se nos aportó documentación alguna, incluía datos que, como mínimo, habían sido “cocinados” para ofrecer una imagen idílica de la Atención Primaria completamente alejada de la realidad.
Los representantes del SAS indicaron que, según su información, la agenda media de las consultas médicas es de 36 a 38 citas por día, la demora de cita telefónica es de 4,89 días y la de presencia física de 3,95 días. Solo la mentira necesita dos decimales. Lo cierto es que estos datos o bien son sencillamente falsos, o bien han sido manipulados de forma tan grosera que resultan inútiles. El cinismo de los representantes del SAS llegó hasta el extremo de afirmar que la Atención Primaria no está colapsada.
Todos los médicos de Atención Primaria y los pacientes que acuden a los Centros de Salud saben que el SAS miente. En la mayoría de los centros, la media de citas diarias se sitúa entre 60 y 70; la media de “bises” diarios (citas de varios pacientes a la misma hora) es de 5 a 10; los pacientes tardan 3 ó 4 días en ser atendidos telefónicamente para obtener una cita y, cuando lo logran, suele ser telefónica y para 10 ó 15 días más tarde. Estas graves carencias obligan a los ciudadanos a acudir a urgencias, que, por lo general, son atendidas por los mismos médicos que atienden las consultas no urgentes. El enfado de los enfermos por esta situación insostenible se proyecta sobre el médico, a veces en forma de insultos y agresiones. El grado de agotamiento y frustración de los médicos ha llevado a muchos de ellos a pensar en la jubilación anticipada o, peor aún, en abandonar su profesión. Pero para el SAS, negligente y deliberadamente ciego ante la realidad, la Atención Primaria va de maravilla.
Aunque el SAS exhibió ufano las cifras de profesionales contratados en los últimos meses, lo cierto es que en su mayoría se trata de profesionales de enfermería. Según sus cifras, la plantilla de enfermería se ha incrementado en un 19%, mientras que la de facultativos solo lo ha hecho en un 5%, porcentajes especialmente significativos si tenemos en cuenta que, de entrada, la plantilla de enfermería casi duplica la de facultativos.
Parece que el SAS, en lugar de mejorar las condiciones laborales de los médicos de Atención Primaria para paliar la “fuga de batas”, en lugar de implantar la continuidad asistencial en Atención Primaria para permitir el refuerzo voluntario en horario de tarde de los centros más saturados, opta por potenciar las consultas de enfermería, denominadas ahora “consultas de acogida”, consultas que los actuales partidos en el gobierno rechazaron cuando estaban en la oposición y que se encuentran bajo sospecha por indicios de intrusismo.
Una vez más, ahora con una Administración de signo político diferente a la anterior, los médicos volvemos a ser menospreciados por un SAS que nos ignora, manipula la información, oculta los graves problemas de la Atención Primaria y se parapeta tras comunicados de prensa pomposos y autocomplacientes, tan alejados de la realidad que resultarían irrisorios si no fuera por la dramática situación que viven tantos compañeros.
Por desgracia, a pesar de las promesas del pasado, la Administración sanitaria vuelve a despreciar a la Atención Primaria y a sus médicos. Una vez más nos veremos obligados a echarnos a la calle para reclamar la Atención Primaria que se merece nuestra sociedad.