En estas últimas fechas hemos asistido a diversos brotes de enfermedades infecciosas (no relacionadas con la COVID-19) en Andalucía. Por ejemplo, un brote de salmonelosis en Granada o los casos de infección por Klebsiella pneumoniae multirresistente del H. Regional de Málaga han sido publicados en la prensa estos días. A raíz de estos casos, Catalina García, consejera de Salud, ha realizado las siguientes declaraciones: «La tranquilidad es que en el momento que se detecta una infección dentro de un hospital, klebsiella y otras muchas que son frecuentes, se activan los protocolos».
Pues bien, en el Hospital Universitario Virgen de Valme de Sevilla, activar estos protocolos se va a complicar bastante a partir del próximo sábado 1 de julio. El motivo: que la Dirección del centro, siguiendo instrucciones de los Servicios Centrales del SAS, en un ejemplo de gestión responsable y dentro de sus arduos esfuerzos por mantener la calidad asistencial a nuestros pacientes, ha decidido prescindir de la guardia de 24h de Microbiología. La excusa: no hay dinero…, a pesar de que Catalina García ha asegurado que la inversión en sanidad en Andalucía ha aumentado este año. Las mentiras tienen las patas muy cortas. De hecho, esta es sólo la punta del iceberg. Se avecinan recortes sin precedentes a partir de la semana próxima en todos los hospitales de Sevilla.
Esta retirada de las guardias supondrá que, en el mejor de los casos, el apoyo esencial del laboratorio de Microbiología para la asistencia especializada para la patología infecciosa, y que es transversal para el resto de las especialidades (Urgencias, Pediatría, Atención Primaria, Medicina Interna, Infecciosas, Medicina Intensiva, Cirugía, Urología, Oncología…), se va a poder llevar a cabo tan sólo de 8:00 a 20:00 horas entre semana (a fecha de hoy desconocemos la cobertura de los fines de semana y festivos).
Por otro lado, y no menos importante, para los facultativos de Microbiología que venían realizando esta jornada complementaria, la supresión de ésta va a ocasionarles una merma de entre el 20 y el 30% de sus retribuciones. Algo totalmente inaceptable. También se va a ver afectada la formación de los residentes de la especialidad. Debido a la desaparición de la guardia de Microbiología, estos residentes se verán obligados a desplazarse a otro centro hospitalario para desarrollar las guardias, con lo que esto supone.
A raíz de la pandemia COVID-19, muchos centros se vieron obligados a reforzar las plantillas de los servicios de Microbiología y poner en marcha las guardias de 24h todos los días de la semana (denominada actividad 24×7) dada la demanda asistencial a estos laboratorios desconocida hasta la fecha. Sin embargo, esta era una reivindicación histórica por la necesidad de mejorar la atención a los pacientes con una patología tan prevalente como es la infecciosa.Así, por poner un ejemplo, si un paciente ingresa en un servicio de Urgencias con una sospecha de shock séptico, disponer de resultados de los aislamientos de microbiología de forma rápida es esencial para garantizar una antibioterapia bien dirigida. No es lo mismo poder cursar esas muestras sobre la marcha independientemente de la hora a la que consulte (que puede ser a las 10 de la mañana o a las 3 am) que no. De ello dependerá las posibilidades de supervivencia del paciente. A fecha de hoy, con la guardia de 24h del laboratorio de Microbiología, se podrían cursar las muestras del cultivo de orina, LCR o de sangre, incubar las mismas y tener resultados de forma rápida. A partir del próximo sábado, 1 de julio, en el Hospital de Valme, si acude un paciente como este de madrugada o un sábado por la tarde puede ver retrasados los resultados de microbiología y, por tanto, la optimización de su tratamiento hasta 24 ó 48h. En un shock séptico, esas son muchas horas, desgraciadamente.
Si Catalina García quiere tomar nota de todo esto (lo cual dudamos mucho), debe saber que existe numerosa evidencia científica que avala los beneficios de la actividad 24×7 en el diagnóstico y pronóstico de los pacientes con infecciones graves. También está sobradamente demostrado que el aumento del uso tanto de las técnicas de diagnóstico rápido como las PCR para casos graves de meningitis, sepsis o neumonía, la identificación de microorganismos de forma rápida tiene un enorme impacto en la evolución de los pacientes y la mortalidad de estos. Sin olvidar la optimización del uso de antimicrobianos y los problemas acuciantes de multi-resistencia, dependientes de los laboratorios de Microbiología también.
A fecha de hoy, no vale la manida excusa de que la necesidad de la accesibilidad 24×7 a los laboratorios de Microbiología está relacionada con la COVID-19 (que, recordemos, no ha desaparecido). Esta actividad mejora el diagnóstico y pronóstico del paciente infectado por muchos otros gérmenes, la seguridad del paciente y el nivel de calidad de un centro hospitalario, y por ende de la calidad asistencial del SSPA. Pero, desgraciadamente, en la “joya de la corona” de Andalucía parece que en breve vamos a pasar de la calidad asistencial a la mediocridad asistencial. Y la asistencia sanitaria al paciente con infección grave en el área de Valme va a ser una de sus múltiples víctimas.