En la tarde de ayer, lunes 15 de julio, un Médico de Familia sufrió las amenazas de un usuario del Consultorio de Salud ‘Torre de la Reina’, en la localidad sevillana de Guillena.
El desencadenante de los hechos vino derivado por un parte de baja laboral para el que el usuario demandaba una renovación, acudiendo éste sin cita y en representación de un familiar.
El Médico explica al usuario que “la inspección le puede dar el alta por incomparecencia si no acude en la fecha prevista y que tiene que venir ya con cita previa el propio interesado” explicándole que “ en su caso tendría identificarse en el mostrador para que allí puedan acceder a su historia de salud porque la Ley de Protección de Datos así lo exige como garantía para cualquier ciudadano y aunque sea su mujer tiene que comprobarlo el administrativo del mostrador para garantizar la utilización de la historia clínica de ella porque una baja forma parte del tratamiento del paciente”
Ante esta explicación de la normativa el usuario reaccionó de forma iracunda, profiriendo graves amenazas al facultativo con gritos y una actitud intimidante por lo que le explicó que de seguir amenazándole de ese modo tendría que solicitar ayuda a la Guardia Civil, mientras que el usuario le espetó con que él sería el le iba a denunciar. Estos hechos derivaron en que el profesional sanitario sufriera un ataque de ansiedad del que fue atendido en el Centro de Salud de Guillena por otra facultativa.
Desde el Sindicato Médico de Sevilla fue orientado por su delegado para aconsejarle en la tramitación del procedimiento establecido por el Plan de Prevención y Atención de Agresiones a los Profesionales del SAS de tal manera que dejó cumplimentados la comunicación de accidente de trabajo e incidencias (CATI) y la Hoja de Registro de Agresiones y a continuación se dirigió al cuartel de la Guardia Civil para formular la correspondiente denuncia.
Nuestro compañero nos expuso que “es triste que tras una larga jornada de trabajo de la que has estado disfrutando alguien actúe con la convicción de que está cargado de derechos pero sin ninguna obligación y utilice al médico como quien se dirige a una máquina expendedora automática”.
Desde el Sindicato Médico Andaluz nos vemos obligados a trasladar a las administraciones la obligación que tienen de velar por el correcto funcionamiento de los servicios esenciales que la ciudadanía les tiene encomendados y no podemos tolerar el que actuaciones como la de ayer acaben siendo un dato más para engrosar los papeles de un cajón.
Un agredido no es solamente una cifra, es un profesional que sufre y por ello no puede atender así la población en la labor para la que se ha preparado durante tantos años, velar por nuestra salud. No, no se está haciendo bien y no podemos tapar los hechos con discursos vanos. Los profesionales de la Sanidad que estamos de cara al público no podemos aguantar más sin que entre nosotros y un posible agresor no se interponga ninguna barrera.
No pedimos que se eliminen los controles en los aeropuertos, No aspiramos a que a los conductores de autobuses urbanos se les eliminen las cabinas, No queremos que todos los organismos públicos de cualquier administración anulen los sistemas de vigilancia y seguridad. Lo que pedimos es muchísimo más sencillo porque ya existe y no es otra cosa que el que nos igualen a esos mínimos de protección con los que están dotados otros servicios públicos.
Una o dos agresiones a médicos cada semana solo en la provincia de Sevilla lo justifican. No vamos a tolerar que “los papeles se queden en un cajón”. Ni una agresión más.
SMA-Sevilla