Catalina García no quiere ni nombrarnos

La consulta de acogida de enfermería, el programa estrella de la consejera de Salud, es inoperante en el 45% de los casos. A casi la mitad de los pacientes la visita no les sirve para nada, salvo para tardar más en ver al médico. Pero ella está orgullosa. Y no pierdan detalle de su forma de referirse al médico: Cuando la enfermera no puede resolver el problema, deriva al paciente “al profesional que lo tenga que atender”. ¿Qué profesional es ese, consejera? ¿Tan duro se le hace llamarnos por nuestro nombre?

La consejera nos ignora y nos toma por tontos, como al conjunto de los ciudadanos. La enfermería es el centro del sistema. El profesional que acabará con todos sus males. Desde 2018 han contratado 7900 enfermeros y no son suficientes. Hay que contratar más. Pero si esta era la solución, ¿cómo es que en estos años la Atención Primaria no ha dejado de empeorar? 7900 enfermeras más y la Atención Primara colapsada. Pedazo de inversión.

La enfermería se ha diversificado. Eso está bien: La enfermera escolar, la enfermera de acogida, la enfermera pediatra -“que las han pedido ellos”, afirma la consejera-. Qué buena memoria cuando le interesa. Porque también pedimos otras cosas, pero de esas no se acuerda. Curiosa memoria selectiva, que le borra de la mente el nombre de ese “profesional” al que la enfermera deriva la mitad de los pacientes, pero no que le ha pedido “enfermeras pediatras”.

La consulta de acogida tiene el 55% de resolución y la consejera está orgullosa. Ojalá se conformase con que los médicos solo resolviésemos el 55% de las consultas. Quizás en ese caso nos mostrase más respeto. ¡Qué pena que tengamos que resolver el 100% de nuestras consultas! A lo mejor por eso nos desprecia. Por tiquismiquis.

Una consulta creada, dirigida y orientada para la enfermería que solo resuelve el 55% de las consultas. No parece como para estar orgullosa, pero ella lo está. Cosas de la vida. Mientras, ni una palabra de comprensión o de aliento para los médicos de Atención Primaria, para sus consultas saturadas, sus agendas interminables o el rebosamiento de las urgencias. Es natural. Nuestra reticencia a ser explotados resulta irritante.

Pero tranquilos. Ahora todo se va a resolver concertando las consultas de Atención Primaria con la privada. Qué panda de lumbreras. Que Dios nos coja confesados.

Comité Ejecutivo

Sindicato Médico de Sevilla

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