Desgraciadamente, las agresiones en los centros de salud y hospitales andaluces siguen sucediendo. No pasa una semana sin que tengamos que atender una nueva noticia sobre agresiones hacia el personal sanitario. Y, mientras tanto, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) y la Consejería de Salud permanecen impasibles.
En esta ocasión, el día 17 de agosto, sobre las 00:30 horas, una paciente acude acompañada de su pareja al centro de salud de Camas demandando que se le administre una determinada medicación. Tras ser atendida por la doctora de guardia, ésta manifiesta su rechazo a la administración de dicho tratamiento por lo que la paciente comienza a insultarla y a proferir amenazas de muerte. Acto seguido, la doctora pide ayuda al personal sanitario presente, consigue aislarse en una habitación y logra contactar con la Policía Nacional, que muy diligentemente acudió al centro de salud y se llevó detenida a la paciente.
¿Hasta cuándo tendremos que soportar la omisión y dejadez del SAS y la Consejería de Salud para procurar seguridad a los pacientes y profesionales?
¿Cuánto cuesta poner vigilantes de seguridad en los centros de salud, Sra. consejera? ¿Más que una vida humana?
A los políticos y altos cargos responsables de la sanidad en Andalucía les queremos decir que:
- Con cada agresión que sufre un profesional en los centros de los que ustedes son responsables, la sanidad se deteriora, la confianza de los ciudadanos se resquebraja y los profesionales pierden interés por un sistema que no les garantiza seguridad en su trabajo. No lloren si no hay médicos que quieran trabajar con ustedes; pregúntense el porqué.
- De cada golpe que un profesional sanitario recibe, ustedes son corresponsables, ya que, aunque no lo den directamente, con su inacción le sujetan las manos al profesional para que no se defienda.
- Con su pasividad y omisión manchan sus manos todas las semanas, roban la ilusión y el esfuerzo de los profesionales y la esperanza y la salud de los pacientes.
Sin embargo, desde el Sindicato Médico de Sevilla, queremos agradecer y poner en valor la actitud y actuación de los profesionales que día a día velan por nuestra salud y seguridad, y en especial por los Cuerpos de Seguridad del Estado, a quienes, desgraciadamente, nos tenemos que encomendar cada vez más.
Y mientras tanto, Sra. consejera, seguiremos contando… ¡una más!