El Sindicato Médico de Sevilla condena enérgicamente un nuevo episodio de agresión en el ámbito de la Atención Primaria. Esta vez, la agresión ha ido dirigida contra una médica y un vigilante de seguridad mientras realizaban su trabajo, en el Centro de Salud de Pino Montano, el pasado sábado.
Según el testimonio de los presentes, posteriormente confirmado por el Servicio Andaluz de Salud (SAS), una familia acudió a mediodía del sábado al punto de Urgencias del Centro de Salud de Pino Montano, exigiendo que se atendiese a su hijo, mayor de edad, de manera preferente, es decir, sin tener que esperar el turno correspondiente. Tras valorarse que esa exigencia no correspondía con el motivo de consulta ni el estado del paciente, se le instó a esperar su turno. Este hecho provocó que los familiares irrumpieran en la consulta de la doctora y comenzaran a insultarla y amenazarla. El vigilante de seguridad que se encontraba en el centro de salud, al oír el alboroto, se personó en la consulta para intentar contener la situación y tratar de defender a la doctora, pero una vez allí, fue golpeado por los familiares del paciente. Mientras tanto, se alertó a la Policía Local para que acudiesen, pero cuando llegaron, los agresores ya se habían marchado.
Esta lamentable situación se suma a una serie de incidentes similares que han ocurrido en diferentes puntos de la provincia de Sevilla en las últimas semanas. El Sindicato Médico de Sevilla viene alertando desde hace tiempo del alarmante aumento de agresiones que se están dando año tras año, sobre todo en el ámbito de la Atención Primaria y dirigidas preferentemente contra profesionales del género femenino.
Hace escasamente cinco días, una pediatra en Gerena fue amenazada por la madre de una niña después de negarse a abandonar la consulta por un desacuerdo con el diagnóstico. La médica sufrió una fuerte crisis de ansiedad como resultado de la agresión verbal de la madre de la paciente. “Estoy en shock. Acabo de terminar la carrera y me planteo dejar la profesión o al menos el trabajo en el Servicio de Urgencias de Atención Primaria. Esto es un infierno en la tierra”, ha expresado la facultativa.
Desde nuestra organización, instamos al SAS y la Consejería de Salud a tomar medidas concretas para garantizar la seguridad de los profesionales sanitarios y del personal de seguridad en los centros de salud. La violencia contra quienes trabajan incansablemente para cuidar de la salud de la comunidad es inaceptable y debe ser erradicada. Del mismo modo, le recordamos al SAS que toda empresa tiene el deber de velar por la seguridad de sus empleados y la obligación de poner los medios necesarios para evitar cualquier tipo de agresión.
El Sindicato Médico de Sevilla quiere hacer un llamamiento a la conciencia ciudadana, al SAS y a la Consejería de Salud para dejar claro que el ejercicio de la medicina no incluye las agresiones de los pacientes a los profesionales. Por tanto, deberían tomarse las medidas oportunas para garantizar que en Andalucía se pudiera ejercer la medicina sin violencia o deberíamos prepararnos para aceptar un futuro sin médicos.
La violencia no debe tener cabida en nuestra sociedad. Trabajar juntos para erradicarla es responsabilidad de todos.
