En artículo publicado hoy por ABC de Sevilla se da cuenta de cómo el Gobierno andaluz no aplicó en entidades sanitarias paralelas los ajustes que sufrimos los demás empleados públicos.
La Cámara de Cuentas señala como, a 31 de diciembre de 2014, el último año auditado por ella, la extra de diciembre de 2012 no fue eliminada, así como la disminución en el resto de retribuciones, en las fundaciones FISEVI (Fundación Pública Andaluza para la Gestión de la Investigación en Salud en Sevilla), FIMABIS (Fundación Pública Andaluza para la investigación de Málaga en Biomedicina y Salud) y FIBAO (Fundación Pública Andaluza para la Investigación Biosanitaria en Andalucía Oriental). Lo mismo ocurrió para el 10% de retribuciones con el personal de la Fundación Progreso y Salud.
Estos recortes han salido a la luz en un plan de control especial de los auditores con el objeto de comprobar la correcta aplicación de las medidas de ajuste en materia de gasto de personal.
Los directivos de estas fundaciones también escaparon a la poda presupuestaria. En FISEBI (356 empleados) y FIBAO (136 empleados), ni siquiera están definidos los empleados con funciones de alta dirección y respecto a la Fundación Progreso y Salud, que en abril recibió 16,48 millones de € en subvenciones, la Cámara de Cuentas avisa que “no constan documentalmente si sus contratos han sido modificados para adecuarlos a sus retribuciones para 2013. En algunos casos, dice el informe, las retribuciones percibidas superan a las fijadas para la Presidenta andaluza.
Nosotros tendremos que esperar, gracias al acuerdo Junta-(CSIF-UGT-CC.OO) hasta 2018 para la devolución de la extra de 2012.
Claro todo tiene sentido. Los que viven de la teta pública, vía subvenciones de cobro inmediato, no tienen ninguna prisa por ser escrupulosamente diáfanos en sus cuentas, ni por vigilar a la administración paralela de sus socios de acuerdo, ni por proponer la eliminación de semejante cáncer para las arcas públicas, lo que, desde aquí, reiteramos una vez más. Y van…