Desde que estos dos buques insignia del SAS son capitaneados por el nuevo gerente (Dr Romero), ambos van a la deriva. La percepción de los ciudadanos y el estado de ánimo de los profesionales no ha hecho más que empeorar y sin embargo el Director Gerente mantiene su actitud nefasta, intransigente y quién sabe si interesada.
Desde nuestra organización no podemos dar la espalda a nuestra responsabilidad, no podemos mantenernos en silencio mientras se siguen cometiendo tantas barbaridades y lesionando tan gravemente a los profesionales de estos hospitales y por ende, a los ciudadanos que precisan atención sanitaria en estos centros.
Y que nadie piense que nos posicionamos a favor de tal o cual grupo de profesionales, nuestra única intención es criticar e intentar poner freno a lo que consideramos que es una gestión desastrosa que está acabando con !a motivación de los profesionales y dañando la asistencia sanitaria en nuestra ciudad. Vamos a seguir quejándonos y denunciando cada una de las acciones que consideremos irracionales, infundadas, no ajustadas a la normativa o tendenciosas.
Desde su llegada hace unos meses ya, el Sr Romero ha provocado dimisiones entre los directores Médicos, subdirectores gerentes, y otros cargos directivos que tenían el estigma de no coincidir con él en ésta o aquella cuestión. Ha rechazado sistemáticamente todas y cada una de las propuestas de los profesionales y no ha aceptado reuniones con ellos. Se ha negado a cumplir (o ha retrasado injustificadamente)una ejecución de sentencia. Ha conculcado normas fundamentales negándose a negociar (ni siquiera a recibir) a nuestro sindicato cuando era la organización convocante de una huelga en Hemodinámica. Ha advertido a otros colectivos como los cirujanos pediátricos del HVR que sólo se reuniría con ellos si el sindicato médico no aparecía (situaciones ambas que están en manos de nuestra asesoría jurídica). Ha menospreciado a profesionales de reconocido prestigio a los que incluso ha llegado a decir que carecían de materia gris. Continúa promoviendo una fusión Hospitalaria en contra de la voluntad expresa de los profesionales y del sentir de unos ciudadanos hartos ya de inventos que sólo traen inconvenientes y dificultan el acceso a una asistencia de calidad. Nombra jefes y cargos intermedios a su antojo (como si de su cortijo se tratara) y lo hace sin pudor, dejando saber de antemano el nombre del elegido con toda desfachatez. Actúa, además de forma petulante, llegando a convocar una reunión ante la posible visita de Obama y presentándola en inglés (ridículo ¿no?). Ha cambiado y rectificado convocatorias como las últimas de Análisis Clínicos/Bioquímica o la de Farmacia en el HVM.
En este último caso (la jefatura de Farmacia) nos consta que se ha planteado una pregunta en la Junta Facultativa para pedir explicaciones a la gerencia. El caso es que nadie entiende el tiránico ejercicio de poder de la gerencia, pero el Sr Gerente continúa impávido su camino ajeno a cualquier tipo de crítica o razonamiento. Volvemos aquí a dejar claro que no nos posicionamos a favor de nadie en concreto, ni lo hicimos en el caso de neurología ni lo hacemos ahora en los de Bioquímica o Farmacia, pero es vergonzoso ver cómo se ofrecen y se conceden jefaturas antes incluso de que salgan las convocatorias.
Los hechos demuestran que nuestra información es correcta y mucho nos tememos que en las próximas fechas ocurran convocatorias (y nombramientos) que reafirmen nuestras tesis. Ojalá este desaguisado tenga fecha de caducidad por el bien de estos hospitales y sus profesionales y usuarios.
Por cierto, una de las últimas actuaciones del Sr. Romero ha sido reevaluar y relevar de su cargo al Director de la UGC de Aparato digestivo del HVR. ¿Por qué a él y no a otros? Recordemos que el Sr Gerente llegó a ser el máximo responsable de los dos grandes hospitales de Sevilla sin ninguna experiencia en Gestión (salvo que ser amigo de alguna influyente Consejera se considere experiencia gestora) y que su puesto era de Director de UGC de Digestivo en Valme.
Pero bueno, como cabe la posibilidad de que estos barcos acaben a la deriva, es posible que asegurar un bote salvavidas sea una opción. Desde aquí no nos atrevemos a pronunciarnos en una cuestión tan delicada. Probablemente todo esto no sea más que fruto de nuestra «irresponsable visión sindical», pero como nosotros si consideramos que entre los profesionales hay suficiente materia gris, lo sometemos a vuestra consideracion, saquen ustedes sus conclusiones.