Recientemente la que fue Directora Gerente del Hospital de Valme y hoy lo es del Hospital San Juan de Dios de Nervión ha calificado la actuación de los sindicatos como “Muy decepcionante, muy bloqueante y muy demandante” y añade “Ni un solo liberado sindical se puso a atender pacientes”.
Las declaraciones de la ínclita Directora Gerente del Hospital de San Juan de Dios de Sevilla no hacen otra cosa que definirla como persona y como gestora y da una idea clara de como suele tratar a quienes representamos a los facultativos del SAS, defendemos sus derechos laborales y los protegemos incluso en situaciones en las que la administración se muestra incapaz de facilitarles los medios adecuados.
Es tal la rabia y la indignación que sentimos todos los que nos dedicamos con entrega y dedicación absoluta a esta honrosa y necesaria labor del sindicalismo profesional que no encuentro comentarios suficientemente duros para calificar estas declaraciones y a quien las realiza y no entiendo como los responsables de los nombramientos de Directivos en la Sanidad ya sea pública o privada pueden mantener en un puesto de alta responsabilidad a quien no sabe medir sus palabras ni cotejar sus informaciones y a la que importa más ensuciar la imagen de otros colectivos que dar argumentos a su favor (estará buscándose un puesto en la actual política española).
Durante la Pandemia Sra Pareja, el Sindicato Médico ofreció a sus delegados para trabajar en primera línea y muchos de ellos (los que contaron con el permiso de la administración) lo hicieron, otros quedaron en una segunda línea de actuación no menos necesaria: distribuimos mascarillas ante la enorme carencia existente, ofrecimos a la administración nuestros contactos y hasta nuestro dinero para acelerar esta compra y buscamos “hasta debajo de las piedras” hasta conseguir partidas de FFP2 mientras la administración declaraba su incapacidad para aumentar el suministro, compramos impresoras 3D y fabricamos máscaras de protección (tampoco el SAS disponía de este material), visitamos todos los hospitales para entregar en mano a los compañeros el material ya que si los dejábamos en almacén solían desaparecer antes de llegar a los facultativos. También ejercimos presión como nos correspondía dado nuestro ámbito de actuación, porque las actuaciones del SAS no siempre fueron suficientemente meditadas y correctas. Confundir la legítima protección de los profesionales más castigados por el COVID con una actitud bloqueante solo puede hacerlo quien confunde gravemente los hechos.
La Sra Pareja es tendenciosa y además parece malintencionada. Muestra una peligrosa animadversión hacia los sindicatos que ha manifestado con frecuencia en su gestión al frente de un Hospital. Este tipo de política de personal suele ser abusiva y despiadada.
La Sra Pareja ha olvidado nombrar que también hubo directivos y políticos que siendo médicos o sanitarios se mantuvieron en sus despachos y no se ofrecieron a actuar en primera línea. Pero esto no es un reproche hacia quienes desde su responsabilidad luchaban contra la pandemia, es solo un recordatorio de que todo era importante en esas fechas.
La Sra Pareja debería recordar a todos aquellos delegados del sindicato médico que renunciaron a sus horas de liberación y trabajaron por la mañana en primera línea mientras por la tarde “sacaban fuerzas de flaqueza” para realizar la importante labor sindical de apoyo y protección que no habían podido realizar en la jornada matinal.
La Sra Pareja olvida que incluso tuvimos que defender a muchos compañeros que fueron amenazados por los directivos hospitalarios por usar mascarillas en los primeros momentos, “Crean una alerta innecesaria decían”.
La Sra Pareja no recuerda lo que no le interesa o quizás cree que este tipo de declaraciones le permitirá “ganar puntos” ante sus superiores y así asegurarse una gran carrera en la Gestión Sanitaria”.
Háganos un favor y hágaselo a Ud misma Sra Pareja, rectifique y pida perdón o dimita. Sus declaraciones son intolerables, no responden a la verdad, lesionan gravemente a nuestra organización, carecen de pruebas que las avalen, son inoportunas, intempestivas e innecesarias y parecen diseñadas solo para crear polémica.
No es esto lo que se espera de alguien que ostenta un puesto de alta gestión. No está Ud para eso. Ocúpese de lo que es su responsabilidad, de intentar mejorar su Hospital y déjenos trabajar tranquilos.
Todos, incluidos los pacientes de su centro, se lo agradecerán.
Comité Ejecutivo del Sindicato Médico de Sevilla