El Procedimiento de actuación frente a casos de infección por el SRAS-CoV-2 publicado por el Ministerio de Sanidad el 25 de febrero recomendaba que, ante los casos en investigación, probables o confirmados, los profesionales se protegiesen con bata impermeable, guantes, gafas y mascarilla FFP2.
Posteriormente, ante la escasez de estas mascarillas, el Ministerio publicó el 15 de marzo una actualización del Procedimiento en el que se recomendaba usar “mascarilla quirúrgica o FFP2 si hay disponibilidad y siempre asegurando la existencia de stocks suficientes para las situaciones en las que su uso esté indicado de forma más priorizada”.
El Ministerio de Sanidad redujo el nivel de protección recomendado ante la falta de equipos de protección suficientes. Se recomendó el uso de mascarillas quirúrgicas simplemente porque no había otras. Se está haciendo correr a los profesionales con los riesgos derivados de la imprevisión del Gobierno.Esto constituye una grave irresponsabilidad que en su momento deberá ser depurada por los tribunales de justicia.
En cualquier caso, entendemos que en este momento existe en Andalucía un stock de mascarillas FFP2 suficiente para dotar al personal sanitario que está asistiendo a pacientes con sintomatología respiratoria sin otra protección que una mascarilla quirúrgica (entre otros, médicos de Atención Primaria, de Servicios de Urgencias, intensivistas y anestesistas que actúan fuera de las áreas Covid, endoscopistas, etc.). Las mascarillas no pueden estar almacenadas en espera del famoso “pico”, o en los bolsillos de los responsables de su distribución que las administren discrecionalmente. Cada trabajador debe recibir su equipo de protección, y lo debe recibir en cuanto lo solicite.
España es el país afectado por la pandemia con el porcentaje más alto de profesionales entre los positivos. En Andalucía ese porcentaje alcanza un escalofriante 22,3%. Es indudable que la causa principal de estas cifras vergonzosas es que no se nos ha proporcionado protección suficiente. Esta negligencia intolerable no puede prolongarse ni un día más.
Por otra parte, existen compañeros que están siendo reincorporados tras una baja por infección sin realizarles previamente el test de detección del coronavirus, que es el único modo de garantizar que no lo transmitirán a sus compañeros y pacientes. Esta práctica nos parece gravemente irresponsable, por lo que exigimos que todo facultativo que haya dado positivo, o se encuentre en estudio para descartar el contagio, no se reincorpore a su labor asistencial a menos que dé negativo en la PCR.
Comité Ejecutivo del SMA
Fuente: SMA