Desde el Sindicato Médico de Sevilla llevamos días advirtiendo del colapso del sistema hospitalario de nuestra provincia si el ritmo de contagios no se frena. Las medidas adoptadas hasta ahora siguen sin mostrar efectos significativos y el número de pacientes ingresados por covid no deja de aumentar, tanto en cifras totales como en UCI.
Más de la mitad de las camas de UCI de la provincia están ocupadas por pacientes de covid. En muchos de ellos ha sido necesario habilitar espacios fuera de la UCI para prestar cuidados intensivos y se está derivando a pacientes a otros centros o incluso a hospitales medicalizados. Empieza a escasear material, como, por ejemplo, los respiradores.
En la mayoría de los centros han sido reforzadas las plantillas de Medicina Intensiva y Medicina Interna con médicos de otras especialidades. La presión sobre los facultativos es creciente. Nuestro colectivo se está entregando sin reservas, multiplicando guardias y asumiendo las nuevas funciones con ejemplaridad y una intachable ética profesional, pero el agotamiento empieza a hacer mella.
La población debe saber que, si este ritmo de contagios continúa, pronto no habrá espacio suficiente en nuestros centros para atender a los enfermos y será necesario habilitar hospitales de campaña. Existen planes para aumentar el número de camas de hospital y de UCI, pero será difícil contar con personal cualificado que las atienda. No queremos caer en el alarmismo, pero a este ritmo de aumento de contagios llegará a ser imposible prestar una asistencia adecuada a la población.
A pesar de todo, para desesperación de nuestro colectivo, la vida social continúa con mínimos cambios. Las medidas para evitar los contagios no se endurecen. La sociedad y los políticos parecen vivir de espaldas a la tragedia que crece cada día en el interior de nuestros hospitales. ¿Tendrán que desbordarse estos para que nos hagan caso?
Consideramos nuestro deber advertir de la extraordinaria seriedad del problema al que nos enfrentamos. Nos quedamos sin tiempo para reaccionar. Necesitamos que tanto la sociedad como las autoridades sanitarias tomen conciencia de ello. Si los contagios no se frenan en breve, viviremos escenas dramáticas.