El municipio sevillano de Lebrija, con una población superior a los 27.000 habitantes, adolece desde hace años de una infradotación de personal que, lejos de vislumbrar una solución en el horizonte, parece abocada a eternizarse contemplando cómo se acerca el colapso del sistema. Nos consta que la Administración ha intentado, una y otra vez, ofertar contrataciones a nuevos profesionales… sin éxito alguno. No estamos viviendo una situación puramente coyuntural en referencia a los problemas derivados de la pandemia de COVID, los déficits son estructurales y agravados por la ausencia de una estrategia e incentivos para la captación de profesionales. El Servicio Andaluz de Salud mantiene la Zona Básica de Salud de Lebrija fuera de los beneficios que comporta para un profesional el hecho de ser catalogada como zona de difícil cobertura mientras se encuentra rodeada por zonas que sí lo son, como Jerez de La Frontera. En una situación de libre mercado donde la escasez de Médicos de Familia se hace cada día más acuciante, no podemos ofertar puestos como los correspondientes al municipio lebrijano porque ineludiblemente acabarán siendo contratados en otros centros.
Las consecuencias de la infradotación de personal genera a diario frustración entre quienes trabajan en este centro de salud porque aumenta el número de pacientes en la agenda diaria hasta colapsarla, incluso con pacientes citados a la misma hora (los “bises” que una y otra vez hemos denunciado desde el Sindicato Médico), y que, con independencia de deteriorar la asistencia sanitaria que el médico quiere llevar a cabo y el ciudadano merece, provoca deterioro de la salud del profesional por estrés y demora en la asistencia con riesgo de aumento en el número de agresiones.
Desde el Sindicato Médico de Sevilla, junto con las demás organizaciones sindicales presentes este jueves en la concentración de Lebrija, exigimos medidas efectivas para paliar una situación lo suficientemente grave como para que no nos quedemos en una simple declaración de intenciones. Los ciudadanos de Lebrija y sus profesionales sanitarios necesitan una solución ya y la esperan como agua de mayo… o la cosecha de la sanidad lebrijana se agostará.