Nos movilizamos por la Atención Primaria que merece nuestra sociedad

Los médicos de la Atención Primaria andaluza nos vemos obligados a movilizarnos para reclamar una Atención Primaria del nivel que merece nuestra sociedad.

En los últimos años la Atención Primaria andaluza ha sufrido un deterioro progresivo que la ha llevado a un estado de precariedad impropio de un país desarrollado. Las ausencias de facultativos quedan sin cubrir de manera sistemática. El número de pacientes por consulta resulta incompatible con una atención adecuada. Los médicos a menudo deben prolongar su jornada para atender a sus pacientes, sin recibir por ello retribución alguna. La organización de las urgencias extrahospitalarias es caótica y anticuada. Las retribuciones y las condiciones de trabajo de los médicos están entre las peores de España.

Un sistema sanitario propio de un país desarrollado necesita una Atención Primaria de calidad, ejercida por médicos altamente cualificados, bien dimensionada y financiada. Ello mejora la salud de los ciudadanos y su satisfacción con el sistema, además de reducir la presión sobre los hospitales y el gasto sanitario. Con ese fin se creó la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria, en la que se han formado miles de médicos durante años. Pero este esfuerzo fue malbaratado por la cicatería y la torpeza de una Administración cortoplacista, que menospreció a los profesionales que ella misma formó y recortó los fondos destinados a Atención Primaria hasta convertirla en un remedo de lo que estaba llamada a ser. Por desgracia, a pesar de sus declaraciones altisonantes, la Administración actual ha sido incapaz de mejorar sustancialmente esta situación, demostrando que para ella la Atención Primaria tampoco es una prioridad.

Durante décadas, la gestión de personal del SAS se ha basado en la coacción ejercida por equipos directivos fuertemente politizados. Lejos de fidelizar y estimular a unos facultativos deseosos de contribuir a la mejora de la sanidad, la Administración los desmotivó con amenazas y un férreo control burocrático de corte economicista. En ningún otro ámbito este patrón fue aplicado con más rigor que en Atención Primaria, un área en la que además se ha concentrado la mayor parte de los recortes sanitarios desde la crisis de 2008. La crisis de la pandemia, junto con el aumento de la edad media de las plantillas y las jubilaciones le han infligido el golpe de gracia definitivo.

Los médicos de Atención Primaria han sido presionados durante años para reducir el gasto. El estricto control informático y la burocratización de las consultas, unidos a la sobrecarga asistencial y a las demandas crecientes de la población, los ha llevado a una situación insostenible, en la que muchos ansían la jubilación y llegan a plantearse abandonar la profesión. Otros se han marchado al extranjero o a otras comunidades autónomas. Los contratos siguen siendo de mala calidad y las retribuciones peores que en otras comunidades y que en Atención Hospitalaria. Todo ello explica que muchas ofertas de trabajo queden sin cubrir. Las plantillas están incompletas de manera sistemática, lo que contribuye a la sobrecarga y el estrés de los facultativos y al deterioro general del sistema.

La principal víctima de esta situación es la población. Conseguir una cita con el Médico de Familia se ha convertido en una odisea. La persona enferma logrará que la vea su médico una o dos semanas después de haberlo solicitado y accederá a una consulta abarrotada atendida por un médico extenuado, atenazado por la presión de la Administración, frustrado por la incertidumbre con la que debe afrontar cada jornada, sin saber cuántos pacientes tendrá que atender y cuántas ausencias sin cubrir deberá compensar con su esfuerzo, limitado en su capacidad de actuación porque el sistema lo utiliza como herramienta para contener el gasto. Las agresiones son la guinda del pastel.

Todo esto tiene que cambiar. Una sociedad como la nuestra no se merece esta Atención Primaria. Las movilizaciones que nuestro colectivo va a comenzar no buscan la defensa de intereses corporativos, sino mejorar la atención a la población. La financiación de la Atención Primaria andaluza debe mejorar hasta equipararse con la del resto de comunidades autónomas, igual que las condiciones laborales y retributivas de sus médicos, algo imprescindible para evitar su constante fuga del sistema público. Es necesario hacer de la Atención Primaria la pieza clave del sistema que siempre debió ser, reduciendo la burocracia y la presión economicista y convirtiendo la calidad del acto médico en el objetivo fundamental del sistema y el único criterio de valoración de sus profesionales. Por eso nos manifestamos y por eso pedimos a la población que nos apoye en nuestras reivindicaciones, que también son las suyas. Todos merecemos una Atención Primaria de calidad.

Comité Ejecutivo del SMS

CONCENTRACIONES DE PROTESTA

El Sindicato Médico Andaluz ha solicitado ya autorización para realizar una primera concentración de protesta el próximo día 28 de octubre. Esta concentración será de carácter autonómico y se realizará en Sevilla, frente a la sede central del SAS. Será la primera de cuantas sean necesarias para hacer valer nuestras reivindicaciones y será seguida de concentraciones provinciales durante los próximos meses.

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