Lo del SAS empieza a ser de récord Guinness. Como diría el amigo Murphy, si el SAS lo puede hacer mal, lo hará peor. Ya sabíamos de las bondades de la VEC por nuestros compañeros que tuvieron que aportar la documentación para la OPE 2013-15. La también conocida como “Ventanilla Extremadamente Catastrófica” causó pesadillas en muchos de ellos.
Pues bien, ¿qué se han encontrado los opositores que están intentando (y algunos hasta consiguiendo) inscribirse en la OPE 2017 y de estabilización? El caos personificado: problemas de todo tipo, desde la firma con el certificado digital, variabilidad absoluta según el navegador o el sistema operativo que se use, requisitos de Java aplicables a ordenadores del siglo pasado, página que se bloquea y lo último… personas inscritas de forma errónea sin aportar los requisitos porque la VEC no se los ha solicitado (pero les ha dejado pasar por caja, para cobrar bien que funciona la dichosa ventanilla). El hecho es que la versión con la que se han inscrito los candidatos es una versión “preliminar” que se está actualizando y corrigiendo sobre la marcha.
Lo del SAS no tiene nombre. O quizás sí: vergüenza, inutilidad, «peSASdilla»… No sólo retrasan la inscripción a julio para pillar a la mitad de los compañeros haciendo las maletas (o ya de viaje), sino que, encima, sacan una versión de la VEC que NO funciona bien. ¿Creen que los facultativos estamos solo para perder el tiempo peleándonos con nuestro ordenador? ¿Para pasar la teórica quincena de vacaciones sufriendo una úlcera gástrica por el estrés de apuntarse a una OPE?
Señores del SAS: cualquier trámite por vía telemática con la Administración (la Administración seria, cosa que ni el SAS, ni la Consejería de Sanidad ni la Junta de Andalucía son) se resuelve en minutos. Ustedes convierten minutos en horas o días. Son magos, especialistas en la magia de la improvisación y la tortura del personal. Si esto fuera un barco, estaríamos ya encallados en el arrecife en medio de la tormenta perfecta… telemática.